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Las fugas, una opción para ahorrar agua

Fugas agua

Abrir la llave del agua y recibir en segundos las primeras gotas es uno de los avances más importantes de la historia. Eso requiere de una infraestructura compleja y costosa para recolectar, tratar, almacenar y distribuir el agua de las presas, lagos, acuíferos y más. Es pues, un recorrido largo y en el camino puede haber pequeñas fugas.

Un estudio de la Universidad de California en Davis denominada: La reducción de fugas (agua) es un recurso sin explotar publicada en diario Environmental Research Letters, revela que antes de que llegue la primera gota de agua a la llave una casa en California, ya se ha desperdiciado alrededor del 8 por ciento del suministro debido a fugas sin reparar. Y a nivel nacional, es aún peor. Las agencias de agua en los Estados Unidos pierden anualmente 17% del agua total del suministro.

La primera evaluación, a gran escala, que se hace sobre el desperdicio de agua, a nivel de las agencias de agua del servicio público en los Estados Unidos encontró que la opción más eficiente y barata para cuidar el agua es reparando las fugas de agua en las zonas urbanas.

“Cuando escuché, por primera vez, sobre fugas de agua, pensé que tema más aburrido, pero las fugas son un enorme componente de nuestros sistemas de agua y ofrecen mejor oportunidad que otros métodos para ahorrar el agua”, sostiene Amanda Rupiper, autora principal de la investigación.

El estudio indica que al menos 100 millones de acres-pies de agua se pierden o no se contabilizan cada año por parte de las empresas de agua en todo el mundo. Y aunque se sabe que la reparación de las fugas es una opción eficiente y barata para reducir el desperdicio de agua, esa opción NO se usa con frecuencia. Eso puede deberse a que los sistemas de distribución en el país no rastrean ni regulan sistemáticamente la pérdida de agua. Solo en 7 estados del país se requieren auditorías por pérdida de agua, sin embargo, su regulación está evolucionando rápidamente, y actualmente se encuentra en debate y diseño en varios estados.

California, encabeza, los esfuerzos por eliminar las fugas de agua. 

En el 2015, en medio de una sequía de muchos años, que sembró pánico y preocupación en la población, el Senado aprobó la ley 555 que convirtió a California en el primer estado, en el país y entre los primeros en el mundo en exigir que las agencias del agua regulen el desperdicio de agua.

Históricamente, los dos objetivos principales de las agencias de agua son: buena calidad del agua y el suministro adecuado y eso explica por qué las pérdidas, durante la distribución, no se han regulado, ni supervisado en el país. Sin embargo, la iniciativa de California para controlar esas pérdidas es observada, muy de cerca por los proveedores del servicio público en todo el país.

Fugas de agua

“Muchos ojos miran a California por ser el primer estado que regula sus pérdidas de agua y por la oportunidad de impactar en la ley del agua aquí y en cualquier otra parte” indica Amanda Rupiper, autora de la investigación UC Davis Center for Water-Energy Efficiency.

En el estudio, ejecutado mediante el análisis de datos informáticos de más de 800 agencias del agua en California, Georgia, Tennessee y Texas, los investigadores evaluaron las pérdidas de agua en todo el país, analizaron las regulaciones locales y la mejor forma de solucionar el problema. Sin embargo, encontraron que aplicar un solo enfoque al problema de fugas en todas las agencias de agua puede ser contraproductivo y perjudicial. Debido a que cada agencia de agua difiere en tamaño y recursos, la mejor opción es buscar soluciones locales. 

“Los reglamentos que impongan una norma estándar a todas las agencias resultarán en la reducción de agua, algo que en algunos casos puede resultar muy rigurosa, muy relajada o muy costosa en general”, concluye el estudio.

Cerrar goteras, pero sin agotar los recursos de las agencias del agua

Idealmente, no debería haber fugas en el sistema hídrico; sin embargo, se trata de instalaciones muy complejas y por eso, mientras que algunas fugas son obvias y accesibles otras resultan difíciles de encontrar y la reparación muy costosa.  Por ejemplo, hay fugas que no son visibles en la superficie y pueden deberse a varios factores como corrosión, errores durante la instalación, movimiento del suelo y alta presión.

Aun así, el estudio encontró que en general a las agencias de agua de tamaño mediano, les podría resultar más barato reparar las fugas, en comparación al costo de cualquier otra de las estrategias que usan para el cuidado del agua como las campañas de ahorro y programas de reembolsos. En una formula compleja, el estudio resalta que es posible ahorrar hasta 34.7% en pérdidas de agua o 100 pies-acre por año y el costo promedio por el ahorro de agua al atender una fuga es de 277 dólares por pie-acre.

“Es rentable hacerlo y debería ser parte del esquema de administración del agua”, indicó Rupiper. “Tendemos a pensar que las fugas son un pequeño goteo, pero las fugas NO son intrascendentes. Cada gota cuenta y es parte de un enorme flujo que no podemos ignorar más”.

En este estudio también colaboraron: Frank Loge, Joakim Weill y Katrina Jessoe de UC Davis y Ellen Bruno de UC Berkeley.